Un silogismo simplista diría que los smartphones y los netbooks, al cada uno ser productos populares, tarde o temprano terminarían por fusionarse y hacer un producto que fuera sumamente existoso; seguramente se llamarían smartbooks. Por lo menos esa es la forma de pensar de algunas compañías que pretenden combinar las características de aplicaciones para usuario y navegación web de los netbook con la conexión portátil y constante de un smartphone pero ello, me parece, implica la desaparición de alguno y los netbooks no serán los ganadores.

La ventaja comercial que ello presenta es que aquellas compañías de computadoras personales que fabrican equipos portátiles y chips podrán tener una nueva fuente de ganancias potenciales. Se piensa que el tamaño de hardware será una media entre un netbook y la pantalla de un iPhone, sin embargo, se pretende que sus características principales sean el estar prendido todo el día sin que la batería se agote y constantemente conectado a la red.

Empresas como Qualcomm ya se han aventurado a lanzar un producto en el marco de la exposición Computex en Taiwán (tenía que ser).

Yo sólo sé que es un hecho que los netbooks no son los concentidos en cuanto a gadgets se refiere.